">
caravacadelacruz.org
 
Situación y acceso
Historia
Patrimonio
Entorno natural
Vida tradicional
Gastronomía
Desarrollo
Infraestructuras
Fiestas
Caballos del Vino
Moros y Cristianos
La Vera Cruz
Año Jubilar
Turismo
Ocio y tiempo libre
Datos de interés
Créditos
 
...Todavía se puede observar el espectáculo de los ajorros, con mulos romos arrastrando troncos pelados por pendientes de vértigo...
 
 

Modos de vida

Aunque los ritmos modernos de vida, que se han consolidado en la zona en los últimos cuarenta años, han roto con la cotidianeidad de los modos de vida más tradicionales, todavía se conservan en las cortijadas más altas del municipio las labores propias de una gente que vive aún del monte, la agricultura de montaña y la ganadería. El Campo de Caravaca es un campo vivo, nada despoblado, que tiene al elemento humano como verdadero protagonista.

Todavía se puede observar el espectáculo de los ajorros, con mulos romos arrastrando troncos pelados por pendientes de vértigo; las labores de la Trilla en la era han quedado en su más mínima expresión. Perduran todavía los ritos ancestrales de la Matanza del cerdo, los amasijos de Pan cocido con leña de deshechos de enebro y carrasca en los hornos morunos, la elaboración de dulces artesanos en fiestas señaladas, la destilación de aguardiente en alambiques de cobre, la extracción de esencias aromáticas en grandes calderas o retortas, la fabricación casera de conservas de hortalizas, etc.
Debido a la importante presencia de ganado ovino, son todavía curiosas algunas fiestas del esquilo que perduran, así como otras actividades relacionadas con el cuidado de los rebaños de ovejas y cabras, como el exquisito adriestamiento de perros para el pastoreo.

Una tradición que va a más es la busca de guíscanos: cada año, en su época, cientos de personas salen al monte con el único fin de encontrar alguna muestra de los preciados hongos.
Mención aparte precisa la enorme raigambre que se ha recuperado de forma espléndida en los últimos 25 años: la música tradicional. El folclore musical, a partir de pardicas, jotas y malagueñas, está presente en grupos de casi todas las pedanías, de entre las que destaca Barranda, con su grupo de Aguilanderos. Incluso la propia Caravaca cuenta con un grupo de Animeros, que ilustran calles y recintos en determinadas ocasiones del año.

   
subir