Origen de la fiesta
Partiendo del origen religioso de las Fiestas de la Cruz, a lo largo de
la historia se ha configurado la presencia estética de moros y
cristianos, con un carácter local, evitando en lo fundamental imitaciones
de formas ajenas.
Sus formas están concebidas para realizarse en el contexto, mentalidad
y ambiente heredado de frontera medieval y con la Cruz como protagonista
esencial.
Se da un acentuado sentido de fidelidad histórica en los nombres
de los grupos y kábilas, en los trajes y maneras de desfilar en
grupo compacto con aires guerreros y combativos, desarrollándose
su presencia con un claro estilo militar, acorde con sus orígenes.
Con los Moros y Cristianos no se trata de conmemorar el hecho histórico
del enfrentamiento global entre dos culturas y dos religiones, la cristiana
y la musulmana, sino la necesidad de proteger a la Vera Cruz en sus salidas
del santuario y, más concretamente, en el rito del Baño
de la Cruz, origen primero de las fiestas allá por el año
1384.
La soldadesca cristiana, materializada en Los Armaos, protegía
a la Cruz en sus traslados, evitando las posibles intervenciones o emboscadas
de los moros.
La fiesta hoy.
En la actualidad es muy alta la participación del pueblo en las
casi treinta kábilas moras y grupos cristianos que acompañan
a la Cruz en sus traslados, desfilando con sus estéticas particulares
y bajo la disciplina del Bando moro y el Bando cristiano.
Hacen gala de sus mejores trajes y representaciones en el contexto de
la Gran Parada-Desfile de la tarde del día 4 de mayo de
cada año.
1959 fue un año clave para el evento de las Fiestas de la Cruz,
ya que ocurrió la renovación de las Fiestas con la presencia
de la kábila mora Abul khatar y el grupo cristiano de Los Templarios,
siendo a partir de entonces cuando, año tras año, se han
ido incorporando el resto de los grupos y kábilas.
Los reyes moros y los reyes cristianos, con sus infantes, son centro de
atracción principal en este contexto: los reyes cristianos encarnan
al rey Fernando III el Santo y su esposa Doña Beatriz de Suabia,
mientras que los reyes moros representan al sultán Ceyt Abuceyt
y a su favorita Ayla.
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